lunes, 8 de junio de 2015

ENTREVISTA A JOSÉ MIGUEL NUIN, EN DIARIO DE NOTICIAS


“UPN va a pasar a la oposición, pero para que el cambio sea real todavía falta un buen acuerdo programático”
 
[DIARIO DE NOTICIAS] - José Miguel Nuin da por garantizado el paso de UPN a la oposición, pero defiende que el cambio no debe quedar ahí, sino que requiere de una base programática que haga “real” la alternativa a UPN. Reclama por ello que comiencen ya las negociaciones.


Estas eran unas elecciones difíciles que Izquierda-Ezkerra ha superado con notable éxito. Sobre todo en el ámbito municipal, donde a falta de concretar los pactos podría gestionar entre otras las alcaldías de Tudela, Castejón o Corella. Mantiene además su concejal en Pamplona, determinante para sumar mayoría, y aunque ha perdido un escaño en el Parlamento, sus dos representantes son indispensables para el Gobierno de cambio. “El resultado ha sido claro. La sociedad navarra ha abierto las puertas del cambio, y ahora hay que construirlo desde la pluralidad, lo social y desde la izquierda”, reclama José Miguel Nuin, que aboga por afrontar lo antes posible la negociación programática. “No es una formalidad y nos llevará el tiempo que sea necesario. Es lo que debe asentar y cimentar el cambio en Navarra”, defiende el portavoz de Izquierda-Ezkerra.

¿Cómo ve el resultado electoral?

-Estamos muy satisfechos con el resultado en ya el ámbito municipal, creemos que refleja bien cuál es el espacio socio-político de Izquierda-Ezkerra. Esto es así porque se ha trabajado bien y mucho estos años. Al Parlamento nos ha costado más trasladar ese voto. En cualquier caso, valoramos bien los dos escaños, que van a ser decisivos en el futuro Parlamento.

¿Por qué cree que se ha dado esa diferencia?

-Eran unas elecciones especiales. Estaba el voto de ruptura que ha representado Podemos, y también la pelea del voto por el cambio, donde Geroa Bai ha sido más eficaz. Eso ha condicionado mucho.

Sorprende sin embargo el buen resultado que han logrado en Tudela.

-Esperábamos un buen resultado porque el trabajo ha sido muy bueno. Y ha sido superior a las expectativas. Pero también en Castejón, donde hemos quedado por encima del PSN, que tenía la alcaldía desde 1979. En general, el resultado municipal ha sido muy bueno.

¿Ve garantizada la Alcaldía de Tudela?

-Esperamos que sí. Estamos negociando y va bien. Después de tantos años de Gobierno de la derecha confío en que haya una Alcaldía de izquierdas.

¿El cambio es ya una realidad en Navarra?

-Lo que es una realidad es que UPN va a pasar a la oposición. Pero el cambio no es solo eso. Supone cambiar de políticas y de prioridades, no solo las caras y las siglas. Para que sea real y no un fraude hace falta un buen acuerdo programático con bases sólidas y con contenidos reales. Con voluntad y compromiso real de ejecutarlos. Y eso todavía no está hecho.

Ha mantenido reuniones con el resto de grupos. ¿Ha visto sintonía?

-Hay una percepción clara del mandato de cambio de la sociedad navarra, y eso es unánime en todos los grupos. También una necesidad clara de empezar la negociación programática. Tenemos que empezar ya con el programa, y eso no es una cuestión solo de dos semanas. Tenemos que ponernos a organizar esa negociación, por ámbitos e ir a fondo para lograr un acuerdo lo más concreto posible.

¿Cómo debe ser esa negociación?

-El nuevo tiempo que se abre en Navarra no puede descansar sobre liderazgos unipersonales, sino por un acuerdo y una base social muy amplia. Un acuerdo entre el nacionalismo y la izquierda no nacionalista. Esa es la clave para que el cambio empiece con fuerza y con cimientos bien echados. Es lo que habrá que trabajar.

¿Qué dinámica plantea?

-Debemos empezar por pasarnos la documentación entre los cuatro grupos que vamos a participar. Geroa Bai puede actuar de coordinador, pero no de árbitro. También harán falta varias mesas sectoriales. Una de servicios públicos, otra de autogobierno y pluralidad, otra de transparencia y democracia, otra de política económica... Es una negociación a cuatro, y hay que poner todos los papeles sobre la mesa.

¿A cuatro o a cinco?

-A cuatro porque el PSN ya ha dicho que no se va a sentar. Es su decisión.

Ustedes eran partidarios de incorporar al PSN. ¿Ya no lo ve posible?

-Nosotros creemos que en este tiempo político nuevo cuantas más fuerzas participen, mejor. Pero son ellos quienes han tomado la decisión de no participar.

¿Cuáles son las prioridades del cambio?

-Son dos: la agenda social y la pluralidad. Eso requiere movilizar los recursos a favor de una sociedad de igualdad de oportunidades, de cohesión social y de reactivación económica. A favor de la lucha contra el paro y la pobreza, con una reforma fiscal y una banca pública. Revisar las política de infraestructuras, paralizar obras sin viabilidad como el TAV. También habrá que reconstruir la convivencia y reconocer la pluralidad, desarrollar la ley del euskera recién aprobada, gestionar de otra forma los símbolos... Esa debe ser la sustancia del cambio entre la izquierda no nacionalista y el nacionalismo. Hay muchas cosas por hacer.

¿Se va a demorar mucho la negociación?

-Todavía no hemos empezado, y tendrá que llevar el tiempo que sea necesario para entrar a fondo en todos los asuntos. Si en dos semanas está, perfecto, pero probablemente no baste. Luego ya evaluaremos qué escenario final queda.

¿Pero es optimista?

-No vamos a negar que hay elementos divergentes entre las cuatro fuerzas. Con Geroa Bai por ejemplo tenemos diferencias claras en cuestiones como las grandes infraestructuras, la banca pública, la reforma fiscal, la educación pública, las desprivatizaciones... Son temas que hay que abordar. Nos ha sorprendido por ejemplo que la candidata de Geroa Bai condicione su voto a ir a las procesiones religiosas. Eso es un elemento de clara discrepancia. Nosotros queremos ayuntamientos laicos que no participen en las ceremonias religiosas.

¿Si finalmente hay acuerdo, entrará en el Gobierno?

-Primero tenemos que hablar del programa, y luego ya valoraremos qué hacemos con el Gobierno. No lo hemos valorado, así que todos los escenarios están abiertos.

¿No tienen ninguna preferencia?

-Primero el programa. Luego ya veremos si entramos en el Gobierno o no. Y si no entramos también hay escenarios diferentes, desde un pacto de legislatura a una interlocución preferente, pasando por un voto de investidura sin más compromisos. Ese también es un escenario posible. Todo va a depender de cuál sea el compromiso en torno a las políticas.

¿Cuanto más concreto sea el acuerdo más compromiso dentro del Gobierno?

-El elemento programático es un elemento claro que pesará en la decisión. Luego ya valoraremos la situación política global.

¿Qué le parece el Gobierno de PSN e IE, con el apoyo parlamentario de UPN y PPN, que plantea Javier Esparza?

-Me parece una fórmula de gatopardismo de libro. El bipartidismo navarro ha perdido la mayoría por primera vez en Navarra, y ese es un intento de recuperar la mayoría incorporando a I-E. Cambiar para que nada cambie, y para que la fractura identitaria sea la fractura política en la Comunidad. Para eso que no cuenten con nosotros. Sería un fraude político.

¿Ha recibido presiones para entrar en una fórmula de este tipo?

-No. La respuesta fue clara desde el minuto uno, y hay unanimidad en I-E en esta cuestión.

¿Y para que no esté EH Bildu?

-Hay opiniones diferentes, pero no hay presiones. Nadie nos ha llamado ni nos ha pedido nada. Ni de forma oficial ni extraoficial.

¿Qué le ha parecido la polémica que se ha generado en torno al Ayuntamiento de Pamplona?

-Podrá gustar más a unos y menos a otros, pero Bildu es una formación legal que se presentó a las elecciones. Y nosotros vamos a trabajar para que todas las instituciones estén comprometidas con los derechos humanos y con la pluralidad de Navarra. Y eso significa gobiernos que no sean sectarios ni revanchistas en lo identitario.

¿Le preocupan los ataques que pueda recibir el cambio?

-Evidentemente, la derecha va a tratar de desestabilizar el cambio y hacerlo fracasar. Pero lo que nos preocupa no es eso, sino hacer las cosas bien para que el cambio tenga un apoyo social y programático amplio. Si hacemos el trabajo bien habrá más capacidad de resistir.

¿Van a plantear alguna condición específica en Pamplona?

-En el Ayuntamiento las prioridades son las mismas que en el resto de Navarra, la agenda social y la pluralidad. Intentaremos llegar al mejor acuerdo de funcionamiento del Ayuntamiento para que el cambio funcione también en Pamplona.

¿Qué actitud van a tomar en el resto de los ayuntamientos?

-Se va a negociar en cada sitio, y vamos a respetar mucho eso. Cada situación es diferente. Pero donde se puedan conformar mayorías alternativas de izquierda plurales para mandar a UPN a la oposición nos involucraremos en las negociaciones.

¿Apoyarán al candidato de la lista más votada entre las cuatro fuerzas del cambio?

-Las mayorías se deben conformar en torno a las políticas. Es lo que vamos a negociar. Y no solo a cuatro, también a cinco. Al PSN no le vamos a excluir donde quiera entrar y sumar para conformar mayorías a la derecha. Pero siempre en torno a propuestas y programas.

¿Ve factible la confluencia con Podemos de cara a las elecciones generales?

-Tanto en Navarra como en el conjunto del Estado vamos a apostar por la unidad popular, por una suma potente que esté en condiciones de ganar al bipartidismo. Eso no significa, como se ha querido decir, que IU se vaya a desintegrar o disolver. Va a ser una colaboración en base a un programa. La apuesta es clara, y ya veremos con qué fórmula.