OTRA SANIDAD PÚBLICA MEJOR Y SOSTENIBLE, ES POSIBLE.
La sanidad pública de Navarra ha sufrido, en esta última legislatura, los ataques continuos del Gobierno de Navarra materializados en las decisiones y el quehacer político de la consejera de salud. Los recortes en recursos han sido drásticos y durísimos, las reformas emprendidas, lejos de mejorar lo que teníamos, lo ha empeorado en la mayoría de los casos.
No nos extraña a tenor del manido argumento de Marta Vera para justificar sus recortes y desmanes varios, ““Bajo el modelo actual, la sanidad no es sostenible”, que ha reiterado en múltiples ocasiones para justificar cualesquiera de sus decisiones que han supuesto recortar y también para justificar su acción en general a cargo del Departamento de Salud.
El hecho es que durante estos cuatro años la sanidad navarra ha sido gestionada por un grupo político que no cree en la sanidad pública. Un grupo político que ha puesto en tela de juicio su sostenibilidad, que se ha enfrentado a profesionales sanitarios, representantes de los trabajadores y las trabajadoras, organizaciones sociales y a los pacientes, y que ha generado incertidumbre y caos.
Estamos convencidos y convencidas de que nuestro SNS-O es mejorable y sostenible. Mejorable porque es posible avanzar hacia un sistema más eficaz y más eficiente destinando los recursos necesarios rentabilizados al máximo y solucionando las bolsas de ineficiencia. Sostenible porque la sostenibilidad es condición sine qua non para el acceso universal a la salud a través de un servicio público de calidad, que está intrínsecamente ligada al desarrollo del Sistema Sanitario Público de Navarra. Su gestión debe orientarse en ¿Qué necesita el SNS-O para dar una atención de calidad en tiempo y forma?
Hay también, tres condiciones imprescindibles para mejorar el modelo sanitario de Navarra: Gobernantes que crean y apuesten por un servicio sanitario público, ciudadanas y ciudadanos conscientes de sus derechos y obligaciones, así como profesionales implicados. En este sentido nos comprometemos a ello, como gobierno y/o como ciudadanos y ciudadanas y/o como profesionales sanitarios, en su caso.
Por eso nos manifestamos a favor de una sanidad pública para Navarra, mejor y sostenible y apoyamos y compartimos los compromisos de gobierno de Izquierda-Ezkerra para mejorar el Modelo Sanitario de Navarra.
PRIMERO: Compromiso con la financiación y gestión ajustada del sistema sanitario
No rotundo a los copagos que no solucionan nada, y limitan el acceso a las prestaciones a quienes más las necesitan. No rotundo a las privatizaciones, que encarecen el coste, disminuyen la calidad y sólo son negocios encubiertos para los amigos. SÍ y sí es posible con una financiación suficiente desde los presupuestos. Una financiación que de forma progresiva tenga como objetivo alcanzar el 7% del PIB en 2.020.
SEGUNDO: Compromiso con la participación de la ciudadanía en todo el proceso de la toma de decisiones
No más portazos a los ciudadanos, como ocurrió con la iniciativa legislativa municipal sobre la asistencia rural, que entre UPN, PP y PSN impidieron que incluso fuera debatida en el Parlamento. Sí y sí es posible con la participación de la ciudadanía y ayuntamientos en la revisión y en el seguimiento del plan de salud mejorado, que debe ser el hilo conductor de la legislatura; la planificación de los recursos sanitarios, especialmente la de las zonas rurales, cada una con sus características, no puede hacerse desde un despacho, de espaldas a profesionales y ciudadanos; y la formación universitaria de nuevos/as médicos/as, no puede quedar restringida a aquellas familias que puedan pagar una universidad privada.
TERCERO: Compromiso con la Atención Primaria como principal agente de la atención sanitaria
El sistema sanitario cada vez es más complejo. Los campos de la prevención y la investigación, son cada vez más variados. La población mayor es cada vez más numerosa, lo cual es un triunfo como colectividad. Pero que trae de la mano más enfermedades crónicas. Este reto, no se resuelve con más tecnificación, ni con más complicaciones para acceder al sistema, ni con listas de espera, ni con peonadas. SÍ, y sí es posible, con una apuesta clara por la atención primaria y por la investigación pública. Con tiempo suficiente para que los profesionales del primer nivel hablen con sus pacientes y coordinen las necesidades de asistencia. Y con una estrategia enfocada a los pacientes crónicos, que impida el desesperado deambular de consulta en consulta de especialistas. Esto supone que integren y ordenen los recursos enfocándolos a las personas y no al revés.
CUARTO: Compromiso con las profesionales y los profesionales del sistema sanitario
La actual crisis solo ha servido para demostrar que la apuesta por lo público, debe ir de la mano de la búsqueda de la eficiencia. En el futuro próximo, vamos a tener que trabajar mejor. Nadie mejor que los profesionales, para gestionar los recursos a su alcance, para localizar las posibles ineficiencias, para analizarlas y corregirlas; y para encontrar y poner en marcha oportunidades de mejora. SÍ y Si, es posible, dotando de autonomía organizativa a los equipos, recuperando las plantillas, convocando una OPE y recuperando progresivamente los derechos laborales cercenados en los últimos años. Es fundamental hacer a todas las profesionales y a todos los profesionales partícipes de la gestión de los servicios.
QUINTO: Compromiso con todos los derechos en Salud de las personas
El sistema sanitario está al servicio de las personas y nunca al revés. Sus profesionales, sus recursos materiales, sus programas sirven a la ciudadanía, por lo tanto deben garantizar sus derechos. SÍ y sí, es posible, que la sanidad pública incluya la interrupción voluntaria del embarazo en su cartera de servicios, la protección de los trabajadores y las trabajadoras controlando sus enfermedades para su recuperación y no controlado por los empresarios y las mutuas; la atención preferente a las personas con enfermedades especialmente gravosas y enfermedades raras; articular las necesarias medidas para garantizar las últimas voluntades y una muerte digna; y el Apoyo a las organizaciones y colectivos que trabajan de forma altruista en el ámbito de la salud.
La sanidad pública SI ES SOSTENIBLE. Sin ninguna duda. Pero solo lo conseguiremos si todas y todos los que creemos y queremos que sea así trabajamos conjuntamente para ello.